El término bandas sonoras quizás está íntimamente ligado con el séptimo arte, ya que a través de su música se recorre las venas de las películas y se transmiten emociones, se evocan, se propone, se dispara.
En los libros las canciones a
veces hacen parte de los diálogos, dan referencias, se mueven por la mente de
los escritores y terminan en las líneas que los lectores devoran, entregándoles un contexto, una referencia, algo para recordar o para olvidar.
Los
libros también tienen bandas sonoras, se conectan con la literatura estas
canciones al igual que en el momento de oírlas por algún parlante. Las bandas
sonoras de los libros nos ayudarán a que nuestros hijos de pronto los más
grandecitos, que probablemente han perdido esa conexión con ellos, comiencen a
mirarlos de una forma distinta. De la colección Barco de Vapor de la Editorial
SM quiero compartirles algunos libros a través de sus bandas sonoras, muy
seguramente sus hijos también encontrarán en ellas una referencia importante.
SI quieren oírlas, tendrán que leerlas:
Summer Wine canción de Nancy Sinatra y Lee
Hazlewood de los años setenta que atraviesa la amistad de Juan Camilo y Jacobo
en el libro del mismo nombre, una excelente obra literaria de Juan Fernando
Jaramillo.
I can’t get no de Rolling Stones y Yellow
Submarine de The Beatles que hace un verdadero tránsito en la historia de
Magdalena reviviendo el recuerdo de su padre, en Flores blancas para papá, su
autora la reconocida Beatriz Helena Robledo.
Jairo Buitrago escribió en 2012, Días de Rock y
Garaje, una verdadera exploración musical retumbando en el bajo de Juliana su
protagonista. Por sólo mencionar dos, ella nos recomendaría Diddley de Bo Diddley y Santiago su hermano
con toda seguridad nos haría escuchar Louie Louie de The Kingsmen.
Es tiempo de leerle a nuestros hijos.
Síguenos en Facebook, Twitter y Youtube como
@Lectopaternidad
0 comentarios:
Publicar un comentario