Si bien la etapa
de la adolescencia es una de las que más coge fuera de base a los padres de
familia, no es solamente los temas del amor o los cambios hormonales lo que
debería preocuparnos, la lectura también debería despertar nuestro interés.
Para los años de la adolescencia si no se ha realizado un trabajo de
sensibilización en la infancia, será mucho más complicado que retomen interés por
leer, pero no es imposible. Con los jóvenes ya casi todo hoy en día es
negociando, el autoritarismo y la voz de mando pasó a otro nivel, el hacer las
cosas por que las ordenen, aunque es ideal para algunos ya no tiene cabida en
este modelo de sociedad. Si queremos que los jóvenes se reconecten con la
lectura podemos intentar con 5 secretos (no tan secretos a decir verdad):
1.
El amor queridos padres, siempre
será un tema de interés para ellos. A los jóvenes de todas las generaciones les
ha interesado sus formas y evolución. Así mi querido padre que si hay un
interés por que lean, será una de las formas de llegar, dejando al lado los
prejuicios. Algún libro de bellos poemas, alguna novela corta que les rompa el
corazón será tan atractivo que puede darles una probadita a un interés mayor.
Dejar algún texto escrito por ahí con un poema visceral, decirle incluso que
puede dedicárselo al novio o novia o sugerirle frases que salgan de alguna
novela para que las postee en el Face, será una buena estrategia.
2.
Lo importante es que lean y no
cómo, si bien la lectura romántica de libros es un sueño para muchos padres,
hay que tener en cuenta que muchos de nuestros hijos muy probablemente leyeron
por primera vez un cuento a través de una tablet o un ordenador, por lo que no
debe sorprendernos que no sean tan amigos de los libros. Finalmente el libro es
un formato preferido por unos, así como leer en el smarthphone lo es para otros. Hay
un sin número de páginas web, blogs, archivos digitales disponibles para que
lean a través de pdf o en kindle, aplicaciones como Wattpad o Inkspired que están impulsando cada vez más a otro tipo de lecturas y escrituras. Es económico y puedo cumplir con el requisito
que queremos así que informarse es necesario.
3.
Incluya al libro y la lectura
en las actividades familiares. Lo más difícil con los jóvenes hoy en día es
encontrar algo que les sorprenda o les motive. Yo creo que es un tema
generacional, un interés por nada, una dificultad para el asombro, complicado pero no imposible. Muchas de las actividades que hacemos en familia
jamás incluyen a los libros o la lectura como epicentro, vamos a cine, a un
parque, al centro comercial, pero si pensamos en visitar una feria del libro,
la biblioteca pública o una librería, si buscamos y estamos al tanto de eventos
relacionados con el libro y que en muchas ciudades se realizan permanentemente,
tendremos una alternativa de ofrecerle a nuestros hijos eventos pensados para
ellos, a programarse.
4.
Observan y aprendan. El ejemplo
es una regla de oro: si nos ven hacerlo lo repetirán, incluso antes de la
adolescencia. Si tienen una relación con los libros y la lectura desde nuestra
perspectiva, más pronto que tarde reconocerán la importancia que esto da a sus
vidas como forma de entretenimiento o como forma de aprender. Si les ven con un
libro, con un periódico, con una revista, es probable que sientan curiosidad y
entre más contacto más posibilidades.
5.
No importa lo que lean sino que
lo hagan. Sorpréndalos, identifique qué cosas les gustan y búsqueles un libro
que trate de ese tema. Les gusta el fútbol, que tal un álbum o una biografía,
les gusta los juegos de video qué tal una revista sobre el tema. Ese es un buen
comienzo.
La
lectopaternidad es un camino, una fórmula, lo demás es la preocupación porque
alimenten su mente y su alma en medio de tantas cosas superficiales en el
mundo.
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